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RESUMEN
Si tu pareja te ha dejado, es posible que te estés sintiendo fatal. Tal vez lloras, gritas o te tragas todo tu sufrimiento o tu rabia…
Pero no hay duda alguna de que algo está ocurriendo en ti y no es agradable.
A este síndrome complejo que acompaña el desprendimiento no deseado de alguien o algo, se le llama duelo.
Se han podido identificar cinco etapas fundamentales por las que transita una persona en duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Se trata de las diferentes actitudes y percepciones por las que transitas, al afrontar una pérdida importante.
De lo que te quiero hablar aquí es de 4 tácticas que puedes adoptar, para que cualquiera de estas etapas te “duela” menos de lo que podría, si no haces nada. También te van a servir para acortar la duración total del proceso de duelo.
Son reglas prácticas, que pueden hacer una gran diferencia, si te ocurre que “te dejan y no puedes parar de llorar”.
TRANSCRIPCIÓN
Hola ¿Te han dejado por amor y no puedes parar de llorar? O, dicho de otra manera: ¿Has tenido un desenlace no deseado en tu relación y no sabes cómo manejarte emocionalmente? ¿Sientes que todo el tiempo estás pensando en esa persona, que tienes tensión interna, las emociones, te confunden y te quitan un poco la vitalidad y las ganas de vivir y de expresarte en el mundo? ¿Sientes que te has debilitado, qué se te ha ido un pedazo de ti? Pues bueno, la verdad es que si ha ocurrido eso. Si, se ha ido un pedazo de ti.
Porque nosotros cuando establecemos una relación con la persona, con otra persona, creamos una unidad. Creamos una conexión, donde sentimos que esa persona (cómo había mencionado antes en otros vídeos) es como extensión nuestra. Como un órgano más, con el que contamos para la vida, para la vida día a día.
Y no importa si el órgano ha funcionado bien, regular o mal. Igual tú te has apegado, te has hecho cercano con ese órgano y algo de pena, algo de duelo, algo de sensación de que te falta algo, vas a sentir. Y lo que te quiero regalar hoy son algunas cosas que puedes hacer para que esa sensación, que es un poco desagradable y que también te limita, te impide vivir plenamente la vida, vaya desapareciendo lo más rápido que pueda.
Realmente, este es un problema que se dirime en dos terrenos, uno en el terreno de la mente y dos en el terreno del cuerpo. Y te quiero decir primero el terreno de la mente.
Lo que pasa con la mente es que la mente es como el tiempo. La mente es tiempo. El tiempo que tú le dedicas a pensar en esa persona, a recordar todo lo que ha sido, a estar en los lugares que frecuentabas con ella, a reunirte con los amigos que te la recuerdan, todo ese tiempo que te dedicas a esas cosas, sencillamente te hacen estar más presente y más conectada con esa sensación de malestar interno.
Entonces ¿Qué te recomiendo yo? Transforma tu mente, transformando la manera en que usas el tiempo ¿Cómo? De tres maneras diferentes:
Primero, trata de conocer personas nuevas. Personas que no tengan que ver con la relación anterior, que no te la recuerden todo el tiempo y pueden ser personas viejas, que tenías antes de la relación y que nunca tuvieron contacto contigo durante la relación, o no fueron, no estuvieron muy presentes en el desarrollo de tu relación.
Busca reconectar con esas personas y conectar con personas nuevas y eso te va a llevar a usar tu mente de una manera diferente, con personas que no te van a traer ese tipo de memorias acerca de esta persona que acabas de dejar ir de tu vida.
La segunda cosa que puedes hacer para manejar el tiempo mejor, es que vayas a lugares diferentes ¡Ve a lugares nuevos! Si querías ir a un GYM y nunca habías ido, pues, ve a ese GYM. Si querías ver películas todos los miércoles o todos los días en la semana, en un cine, en el cine del barrio, pues ¡Mira! ¡Es el momento de hacerlo!
Todas esas cosas que no habías estado haciendo, comerte ese sushi exquisito, ver un atardecer en una cafetería conversando con un amigo, de los nuevos por supuesto, todas esas cositas que no habías hecho: cambia la ruta del trabajo, cambia la ruta por la que vas al trabajo, por la que vas a visitar a tus padres, por la que vas a ver a un amigo ¡Cambia!
Cambia toda la estrategia, lugares distintos, para que tu sientas aires nuevos y que la mirada y la atención se te vaya en redescubrir situaciones, redescubrir espacios y no tanto en estar concentrada y enfocada en esa pérdida que acabas de sufrir y viviendo intensamente la parte dura del duelo.
Y la otra cosa, es que busques situaciones nuevas. Eso va acompañado de los lugares, por supuesto. Pero sobre todo que busques incorporar actividades que no habías incorporado durante el tiempo con tu pareja. Actividades diferentes a las que compartías con tu pareja. Pueden ser actividades nuevas para ti o actividades que dejaste de practicar cuando te incorporaste a la vida con tu pareja. Entonces, reorganízate y haz éstas tres cosas:
Ya sabes, personas nuevas, lugares nuevos y situaciones nuevas.
Y en cuanto al aspecto físico (que te había dicho que es un aspecto importante, que es el aspecto de la mente y el aspecto físico) en cuanto al aspecto físico, quiero decirte, que eso que tú sientes se llama, también, adicción.
Tu cuerpo está generando una serie de hormonas, una serie de elementos transmisores que te provocan esos estados de ansiedad emocional, etc. Y lo único que te puedo decir es, sal a correr, vete a hacer ejercicios, haz cuclillas, salta, brinca, mueve tu cuerpo, trata de sudar para drenar todas esas toxinas, porque ya para ti son toxinas. Todas esas hormonas innecesarias en tu sistema y que puedas sentirte cada vez mejor.
¡Pruébalo! Yo sé que no está de mucho ánimo a lo mejor, si estás recién, recién acabada de separarte, pero haz un intento. Da una carrera, ve al gimnasio, da una vuelta a la manzana, haz cuclillas en tu casa, haz un poco de fuerza. Haz lo que sea físicamente y vas a ver como tu cuerpo, tu sensación corporal cambia y se pone más positiva. Y también da espacio, para que tu mente empiece a pensar diferente.
¡Entonces nada! Hasta ahí te dejo estos consejos, por si te han dejado y no puedes dejar de llorar.
Así que hasta la próxima.
¡Un abrazo!
