Hace poco me preguntaron: “¿qué hago si mis celos son imaginarios?”
Y yo respondí algo similar a esto:
Los celos son algo crónico, son un hábito y una enfermedad. Los celos son desconfianza, pues requiere que conozcas todos los detalles, que tengas todo el conocimiento para poder confiar.
Pero paradójicamente, el conocimiento no es confianza. Pues si confías de verdad, no necesitas curiosear, averiguar, confirmar o tener toda la información. Confiar es una actitud, confiar es una decisión que debe tomar el celoso.
Detrás de los celos hay mucha inseguridad, baja autoestima y poco merecimiento. Sientes que lo que tienes no lo vas a poder conseguir nunca más. Sientes que no podrás tener algo igual o mejor a lo que tienes.
En cuanto me formularon la pregunta, supe que ese era uno de esos temas que recuerdas varios días después. También me quedó claro que muchas personas podrían estarse haciendo diferentes preguntas relacionadas con los celos, como:
- ¿Qué hago si mis celos son imaginarios?
- ¿Cómo puedo controlar mis celos?
- ¿Cómo sé si mis celos son reales?
- ¿Cómo logro olvidar mis celos?
- ¿Cómo evito que los celos afecten mi relación?
Estas preguntas tienen algo en común: la naturaleza de los celos.
Por más reales, sólidos y “justificados” que parezcan, los celos son asuntos de la mente y del ego. Son suposiciones y por tanto son imaginarios. ¿Lo dudas? Mira la definición para los celos de pareja, en castellano:
Sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya mudado o mude su cariño, poniéndolo en otra.
Está claro, los celos son una sospecha. Son las ideas que tienes, acerca de que tu pareja quiere a alguien más; tanto o más que a ti o en tu lugar. Sin dudas se trata de tu imaginación haciendo de las suyas. Los celos siempre son imaginarios.
Pero también son algo más.
Según los budistas, los celos son uno de los cinco venenos de la mente, junto al apego, la rabia, la ignorancia y el orgullo.
Los celos, para los budistas, ocurren cuando parece que una persona o una actitud pueden atacar nuestro terreno o eclipsarnos. Y eso es algo que no podemos permitir. La alarma de peligro que se dispara cuando algo así ocurre, nos genera mucho estrés, ansiedad y preocupación. Pero lo cierto es que los celos son una creencia que no tiene fundamento real u objetivo.
Cuando ocurre algo que sí es real y objetivo, también te causa estrés, ansiedad y preocupación. ¡Pero ojo! La preocupación te la puedes quitar, ocupándote, tomando acciones, porque ya no se trata de sospechas a causa de tus celos. Ahora tienes algo demostrable.
[bctt tweet=”Cuando descubres que tu pareja te es infiel, no sientes celos, sino rabia!”]
Por ejemplo, cuando de veras descubres que tu pareja te es infiel, créeme que lo que sientes ¡no son celos! Sientes rabia, desesperación, ansiedad, decepción, estrés, depresión, desconcierto o todas las anteriores.
Si tu mente es muy creativa y encuentras en todas partes motivos para tener celos, recuerda que los celos son imaginarios y que no debes atormentar a tu pareja con esa clase de ideas tuyas. Si lo haces, puedes dañar seriamente tu relación sin ningún motivo real.
Un abrazo de luz
PD: Participa en el debate…
Pregunta: ¿Crees que los celos son una enfermedad incurable?